El Embrujo

Un callejón fue el inicio de septiembre, un callejón fue la noche llena de estrellas que sin verlas me trajo a ti y lleno de tu perfume de mujer todo mi ser.


Oh septiembre que tienes tanto, que tanto me has dado y quitado, hermano del inicio y testigo de mi promesa y devoción.


Cuando la noche llega, el beso sagrado de la esperanza comienza su cronometro a funcionar, tu embrujo me cautivo, tu ser me lleno, tu voz seguramente no funciono pero marco la diferencia en tono a los hechizos que proclamo.


Con muchas palabras una muda hablo que poco a poco me lleno y que aunque nuevamente enmudeció su embrujo no pierdo yo.


Un día un pájaro me llevo al sur para ver un amanecer y que admirable mañana en tus ojos de cielo pude conocer.


Este seguramente fue el augurio de nuestro padecer que aunque con gran gozo le hacemos vivir, de un lado al otro como nómadas podría decir, pero sin dejar siempre la esperanza saber que ahora teniéndote en mi ser solo ancio volverte a ver y que el aroma de tu perfume de mujer me invada nuevamente todo mi ser.


En tus entrañas mis ilusiones tomaron carne y poción de paciencia y amor encarnando a la esperanza dos futuros nos dan la seguridad que septiembre nos vera crecer.


En un Crasqui de dedos una isla fue testigo, en un crasqui de dedos tus ilusiones espero siempre estén conmigo.

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